RELATO de un SKINHEAD
“Recuerdo
cuando solía trabajar como portero de clubes nocturnos, solía además
conocer a todos los miembros de las bandas, a los que usualmente pedía
autógrafos. Un día me dijeron que no trabajaría a la entrada, que haría
“seguridad interna”. Me dijeron entonces que fuera a la tercera puerta a
la izquierda, que tocara y esperara. Cuando llegué allí y toqué a la
puerta, Desmond Dekker abrió la puerta, me saludó y me dio un apretón de
manos. Él quería seguridad en el cuarto a causa de una loca mujer que
lo andaba acosando. Mientras estaba sentado ahí en el cuarto, Desmond me
contaba cuánto amaba al movimiento skinhead, y cómo le debía todo a los
skins y cómo él no estaría allí sin gente como yo. Era realmente
difícil hablar a aquel cantante que tanto admiraba, ahí parado,
hablándome y sin nada de ropa encima, absolutamente nada.
Era
un hombre realmente amable y decente que escuchaba con atención todo lo
que yo le decía. Cada vez que él tocaba en el Basins club, siempre me
pedía a mí por mi nombre. Lo recuerdo tocando en algún otro lado del
país, entonces me vio y le dedicó “It Mek” a J.J, el mejor portero de
Portsmouth. Era todo un caballero y ahora extraños sus actuaciones en
vivo. Realmente rompió mi corazón cuando me enteré que había muerto”
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